Camello con equipaje en talla de madera de val Gardena

Acabado: A ELEGIR
Otros datos: MADERA DE ARCE O TILO
Medidas: A ELEGIR

A ELEGIR

Las figuras de los Reyes Magos son una de las representaciones más queridas y universales del arte belenista. Melchor, Gaspar y Baltasar simbolizan a los pueblos de la tierra que, guiados por la luz de la estrella, acuden a adorar al Niño Jesús, reconociéndolo como Rey, Dios y Salvador. Cada figura representa la fe, la esperanza y la adoración que todo ser humano debe ofrecer a Cristo.

Desde los primeros belenes del siglo XIII, los Reyes Magos han ocupado un lugar central en la escena del Nacimiento. Sus vestiduras, gestos y regalos —oro, incienso y mirra— se han convertido en símbolos de la realeza, la divinidad y la humanidad de Jesús.

En El Ángel Arte Sacro ofrecemos una amplia colección de Reyes Magos elaborados artesanalmente, fabricados en barro cocido, resina, terracota, pasta de madera, alabastro o talla de madera. Cada pieza combina arte, devoción y realismo, siguiendo las escuelas más prestigiosas del belenismo español e italiano.

Los Reyes Magos de barro son los más tradicionales. Modelados y pintados a mano, destacan por su colorido, expresividad y detalles minuciosos. Son ideales para belenes domésticos o populares, y se integran fácilmente con figuras de pastores, animales y otros personajes del Nacimiento.

Los modelos de resina ofrecen gran resistencia y precisión en el detalle. Su policromía fina y su textura uniforme permiten reproducir con fidelidad los pliegues de los mantos, las joyas y los rostros serenos. Son perfectos para belenes parroquiales o conjuntos que se exponen al público durante la Navidad.

Los Reyes Magos napolitanos y sicilianos son auténticas obras de arte inspiradas en la escuela barroca italiana del siglo XVIII. Cada figura se elabora a mano, con cuerpos articulados y vestidos confeccionados con tejidos naturales, bordados y aplicaciones metálicas. Estas piezas destacan por su movimiento y su riqueza decorativa, siendo las más apreciadas por los coleccionistas y las hermandades.

Las figuras talladas en madera representan la máxima expresión de la imaginería religiosa. Se elaboran con maderas nobles como el tilo o el arce, talladas y policromadas al óleo por escultores especializados. Su acabado puede incluir dorado, estofado o pátina natural, y se destinan tanto a templos como a belenes artísticos de gran formato.

Los Reyes de alabastro se distinguen por su pureza y luminosidad. La piedra translúcida refleja la luz con suavidad, creando un efecto de serenidad y elegancia. Estas figuras son perfectas para espacios de oración o para quienes buscan una estética sobria y refinada.

Cada conjunto de Reyes Magos se presenta con posturas variadas y complementarias, formando una composición equilibrada. Melchor ofrece el oro, símbolo de la realeza. Gaspar entrega el incienso, signo de la divinidad. Baltasar presenta la mirra, que anuncia el sacrificio redentor de Cristo. Sus rostros reflejan adoración, sabiduría y humildad.

Los tamaños disponibles van desde pequeñas figuras de 8 o 10 centímetros hasta modelos monumentales de más de 60 centímetros, adaptándose a cualquier tipo de belén o exposición. Cada pieza se entrega cuidadosamente protegida, con acabados resistentes y detalles únicos que garantizan su exclusividad.

Más allá de su valor artístico, las figuras de los Reyes Magos tienen un profundo sentido espiritual. Representan el reconocimiento de la humanidad ante el misterio de la Encarnación y la adoración del Dios hecho niño. Su presencia en el belén es una invitación a ofrecer a Cristo los dones del corazón: fe, amor y entrega.

En El Ángel Arte Sacro seleccionamos Reyes Magos de alta calidad, elaborados por artesanos que mantienen viva la tradición belenista. Cada figura une belleza, simbolismo y devoción, convirtiéndose en una obra digna del arte sacro y de la fe cristiana.

Más que personajes del belén, los Reyes Magos son mensajeros de esperanza y adoración. En El Ángel Arte Sacro, cuidamos cada detalle para ofrecer figuras que unan arte, espiritualidad y tradición, llenando cada belén con la majestad y la luz que acompañaron al Niño Dios en su nacimiento.

Tallistas de Val Gardena.

La cuna italiana de la escultura religiosa en madera.

Los tallistas de Val Gardena representan una de las tradiciones escultóricas más admiradas del mundo, originaria del valle alpino del mismo nombre, situado en el Tirol del Sur (Italia). Desde el siglo XVII, esta región —donde conviven las culturas italiana, alemana y ladina— ha sido un auténtico centro de excelencia en la talla en madera, dedicado principalmente a la creación de imágenes religiosas, belenes y figuras devocionales.

Los talleres de Val Gardena, transmitidos de generación en generación, combinan una destreza artesanal ancestral con una delicadeza artística única. Las esculturas se realizan en maderas nobles locales, especialmente arce, tilo y pino de montaña, talladas íntegramente a mano con herramientas tradicionales.

Cada figura —ya sea un Cristo, una Virgen, un santo, un ángel o una figura de belén— se caracteriza por su armonía, elegancia y serenidad espiritual. El modelado es suave, las proporciones equilibradas y los rostros reflejan una espiritualidad profunda y contenida, sello distintivo de la escuela gardesana.

Las piezas se presentan en distintos acabados, fieles a la tradición de la zona:

Natural (madera sin policromar, con barniz protector).

Encerado (tono cálido que realza la veta).

Policromado (pintado a mano con pigmentos finos).

Antiguo (patinado para lograr aspecto histórico).

Policromado oro (con detalles dorados al pan de oro).

Estas obras son apreciadas por coleccionistas, templos y amantes del arte sacro, ya que cada una combina la perfección técnica con la espiritualidad alpina que caracteriza al valle.

En El Ángel, las esculturas procedentes de los tallistas de Val Gardena representan la excelencia del arte sacro italiano, fruto de siglos de oficio y devoción. Cada pieza, tallada y pintada a mano, es una obra irrepetible que une belleza, fe y tradición, testimonio vivo del legado artístico más refinado de los Dolomitas.