Descripción |
Esta delicada representación de San Juan Bautista en su infancia lo muestra dormido con ternura junto a un cordero, sosteniendo una cruz dorada, símbolo de su futura misión como precursor del Mesías. La escena, serena y profundamente simbólica, anticipa su papel como voz que clama en el desierto y como quien señala al Cordero de Dios. Una imagen de descanso, inocencia y vocación profética. Materiales y diseño. Figura tallada a mano por escultores de Val Gardena en madera de arce o tilo, según el tamaño. El Niño San Juan aparece sentado en el suelo, apoyado sobre una roca, con la cabeza recostada en un brazo y la otra mano sujetando una cruz dorada. Lleva una túnica rústica, sencilla y deshilachada. A sus pies reposa un corderito blanco con expresión confiada. La composición es horizontal, muy armónica y evocadora. Medidas. Altura: a elegir con el selector. Base: redonda, con acabado liso, moldura pulida y textura de suelo rocoso. Acabado. Talla completamente artesanal, policromada a mano con colores suaves y tonos tierra. El rostro del niño tiene expresión apacible, con ojos cerrados y rasgos delicados. El cordero está tallado con volumen realista y textura lanosa. La cruz presenta acabado dorado pulido. Todo el conjunto transmite ternura, paz y profundidad espiritual. Uso devocional. Ideal para oratorios infantiles, espacios de oración familiar, capillas dedicadas a la infancia espiritual, dormitorios de niños o como regalo devocional en bautizos. También adecuada como imagen contemplativa en contextos franciscanos o de retiro. Resumen. Una imagen tierna y contemplativa que invita al silencio y a la confianza. San Juan Bautista Niño, dormido junto al cordero, es símbolo de la paz en la vocación, del anuncio que aún reposa, y del amor que se prepara a servir. Una talla entrañable, devocional y profundamente simbólica..
|