Descripción |
San Miguel Arcángel, príncipe de la milicia celestial, es el gran defensor del Pueblo de Dios y vencedor del mal. Esta imagen lo representa con fuerza y solemnidad, aplastando al demonio bajo sus pies, con espada de fuego en alto y escudo grabado en la otra mano. Es patrono de la Iglesia universal, de los cuerpos de seguridad y protector espiritual en la batalla contra el mal. Materiales y diseño. Figura tallada a mano en madera de arce o tilo, según el tamaño, por escultores artesanos de Val Gardena. San Miguel aparece alado, con armadura metálica brillante, túnica roja y manto dorado. Empuña una espada flamígera y sostiene un escudo labrado con inscripción. A sus pies, un demonio caído representa la victoria del bien sobre el mal. Las alas doradas están desplegadas con elegancia y volumen. Medidas. Altura: a elegir con el selector. Base: redonda, con plataforma rocosa esculpida y moldura pulida. Acabado. Talla completamente artesanal, policromada a mano con colores vivos y efectos metálicos: plata, oro, rojo, bronce y azul. El rostro del arcángel es joven, sereno pero decidido, con expresión de autoridad y paz. El demonio presenta una postura vencida, tallado con dramatismo justo. La composición es majestuosa y profundamente simbólica. Uso devocional. Ideal para capillas de adoración, entradas de templos, oratorios familiares, parroquias bajo su advocación, comisarías, academias militares o espacios de oración por protección espiritual. También muy adecuada para regalar a quienes buscan defensa en la fe. Resumen. Una imagen poderosa que representa el triunfo de la luz sobre la oscuridad. San Miguel, protector y defensor, sigue siendo guía y escudo para quienes luchan espiritualmente. Esta talla combina belleza heroica, tradición devocional y fuerza celestial..
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Imagen sobria y elegante de la Virgen María con el Niño Jesús en brazos, esculpida con líneas suaves y una expresión de ternura contenida. La Virgen aparece de pie, con el Niño sostenido junto al pecho, en una actitud de acogida y protección, que simboliza el amor materno y la cercanía familiar. Materiales y acabado. Realizada en marmolina blanca, esta escultura destaca por su textura pulida, su delicado modelado y su estética minimalista. El acabado sin policromía refuerza su espiritualidad, convirtiéndola en una pieza ideal para quienes buscan un arte sacro sobrio, moderno y profundamente simbólico. Medidas y formato. – Altura: 20 cm aprox. – Base rectangular estable. – Ideal para repisas, vitrinas o como detalle devocional en hogares. Uso recomendado. Apta para regalar en celebraciones familiares como bautizos, primeras comuniones o aniversarios de matrimonio. También es muy adecuada para espacios de oración personal, oficinas pastorales o como símbolo de unión y protección en el hogar. Resumen. Una imagen que expresa dulzura, unidad y devoción. Su sencillez estética permite que destaque por su mensaje, ideal para inspirar la paz y la fe cotidiana. .
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