San Francisco de Paula, fundador de la Orden de los Mínimos, es conocido por su vida austera, penitente y llena de milagros.
Esta imagen lo representa como un hombre de profunda oración, con el hábito oscuro de los ermitaños, el báculo coronado con el lema Charitas (Caridad), y un libro en sus manos, símbolo de su sabiduría espiritual.
Es patrono de los marineros y protector en enfermedades y calamidades.
Materiales y diseño.
Figura tallada a mano en madera de arce o tilo, según el tamaño, por escultores artesanos de Val Gardena.
San Francisco aparece de pie, con túnica marrón oscura de capucha, sandalias y cordón.
En su mano izquierda sostiene un báculo rematado con un sol dorado que lleva inscrita la palabra Charitas.
En la derecha porta un libro cerrado, mientras realiza un gesto de bendición.
Su rostro refleja sabiduría, recogimiento y caridad activa.
Medidas.
Altura:
a elegir con el selector.
Base:
redonda con suelo rocoso esculpido y moldura clásica.
Acabado.
Talla completamente artesanal, policromada a mano.
El hábito en marrón oscuro con sombras suaves tiene una textura realista.
El báculo dorado contrasta con la sobriedad del atuendo.
El rostro tiene barba blanca larga y expresión firme y serena.
El conjunto es sencillo, sobrio y cargado de espiritualidad.
Uso devocional.
Ideal para comunidades de la Orden de los Mínimos, conventos, capillas de adoración, hospitales, oratorios rurales, altares de oración por la caridad y la humildad, o como figura protectora en momentos de enfermedad o dificultad.
Resumen.
Una imagen profundamente ascética y llena de fuerza interior.
San Francisco de Paula, hombre de caridad radical, sigue inspirando una vida cristiana marcada por la humildad, la oración y el servicio silencioso.
Esta talla es un testimonio visual de virtud y entrega..

Escultura de porcelana gres de alexander nevski de serie limitada decorada con esmaltes..

San Sebastián, mártir de los primeros siglos y protector frente a epidemias, es representado en esta imagen en el momento de su martirio, atado al árbol y herido por flechas.
Su rostro, sereno y entregado, refleja una fe inquebrantable incluso en medio del sufrimiento.
La escena evoca el coraje cristiano y la entrega total a Dios.
Materiales y diseño.
Figura tallada a mano por escultores artesanos italianos de Val Gardena, en madera de arce o tilo según el tamaño.
San Sebastián aparece atado a un tronco, con los brazos en alto, mientras su cuerpo desnudo está herido por flechas.
Lleva un paño recogido con detalles dorados que cubre su cintura.
Una aureola de rayos dorados enmarca su cabeza, reforzando su santidad y elevación espiritual.
Medidas.
Altura:
a elegir con el selector.
Base:
redonda, de madera natural, con borde moldurado y acabado encerado o teñido, según la versión.
Acabado.
Policromía rica y matizada, aplicada a mano con delicadeza.
Los tonos carne están realzados con sombras suaves que aportan realismo.
El paño combina marfil y oro viejo, mientras la aureola dorada aporta luz simbólica.
El rostro de San Sebastián destaca por su expresión de paz y sacrificio.
El conjunto es una obra de gran intensidad estética y espiritual.
Uso devocional.
Recomendada para capillas, iglesias bajo su advocación, hospitales, cofradías o como imagen devocional para quienes atraviesan enfermedades o pruebas.
También ideal como símbolo de fortaleza espiritual en momentos de tribulación.
Resumen.
Una imagen que une belleza artística y profundidad espiritual.
San Sebastián, mártir joven y valiente, nos recuerda que la gracia sostiene incluso en la prueba.
Esta talla es un testimonio visible de fe, valor y esperanza redentora..