Escultura de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, reformador espiritual y maestro de discernimiento.
Esta representación, elaborada por Imagineros de Olot, pone en valor su dimensión doctrinal y su entrega al servicio de Cristo a través de la obediencia, la formación y la misión.
Materiales y diseño.
Modelada en pasta de madera y pintada a mano, esta figura muestra a San Ignacio de pie, con hábito jesuita negro decorado con grecas doradas.
Sostiene un libro abierto con las inscripciones “IHS” y “A.
M.
D.
G.
” (Ad Maiorem Dei Gloriam), y con la otra mano señala hacia el contenido del texto, en actitud de enseñanza.
El rostro, con ojos de cristal, refleja serenidad, sabiduría y autoridad espiritual.
La escultura descansa sobre una base marmoleada octogonal en tonos rojizos.
Medidas.
Tamaño a elegir con el selector.
Disponible en varias alturas, perfecta para colegios, centros de espiritualidad ignaciana, casas de ejercicios, capillas o bibliotecas religiosas.
Acabado.
Acabado a elegir con el selector.
Opciones disponibles
normal, policromado, pan de oro o extra.
Uso devocional.
Recomendada para instituciones educativas, comunidades jesuitas, retiros espirituales o espacios dedicados al estudio y al discernimiento.
También apropiada para ambientes que promuevan la formación de la conciencia cristiana según el espíritu ignaciano.
Resumen.
Una imagen firme, didáctica y profundamente espiritual.
Obra de Imagineros de Olot que transmite el corazón intelectual, misionero y contemplativo de San Ignacio de Loyola, al servicio de la gloria de Dios..

Escultura de San Lázaro, patrón de los enfermos, los desamparados y protector contra epidemias, representado según la iconografía tradicional como mendigo cubierto de llagas, acompañado por los perros que le ofrecen consuelo.
Esta imagen de Imagineros de Olot recoge con fidelidad su dimensión de intercesor compasivo y símbolo de esperanza en medio del sufrimiento.
Materiales y diseño.
Modelada en pasta de madera y pintada completamente a mano, esta escultura muestra a San Lázaro con el cuerpo llagado, semidesnudo y apoyado en dos muletas.
Luce un paño púrpura con detalles dorados, y su expresión es serena, resignada y esperanzada.
A sus pies se encuentran dos perros, símbolo de caridad y consuelo.
Los ojos de cristal le otorgan un gran realismo y humanidad.
Todo el conjunto descansa sobre una base rectangular marmoleada.
Medidas.
Tamaño a elegir con el selector.
Disponible en varias alturas, ideal para altares dedicados a la sanación, hospitales, hermandades, parroquias rurales o devoción particular.
Acabado.
Acabado a elegir con el selector.
Opciones
normal, policromado, pan de oro o extra.
Uso devocional.
Especialmente recomendada para comunidades que trabajan con enfermos o excluidos, devotos de San Lázaro como intercesor ante enfermedades, o parroquias que celebran su festividad con especial fervor.
Muy valorada también en América Latina por su fuerte carga simbólica de compasión y sanación.
Resumen.
Una imagen profundamente humana y espiritual, que transmite humildad, paciencia en el sufrimiento y confianza en la misericordia divina.
Obra de Imagineros de Olot, con fuerte expresividad popular y belleza tradicional..