Figura de la Virgen de Montserrat de 9,5 cm de altura, realizada en resina de poliéster con acabados que imitan la madera policromada.
Representa a la Virgen Moreneta, patrona de Cataluña, sentada en su trono con el Niño Jesús en su regazo.
Ambos portan orbes que simbolizan su soberanía y poder espiritual.
La pieza destaca por su colorido dorado y detalles en rojo, evocando la imagen venerada en el Monasterio de Montserrat.
Ideal para altar, regalo o colección de devociones marianas.
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El Hermano Pedro de San José Betancur, primer santo canario y gran apóstol de la caridad en Guatemala, es representado aquí con su característico cayado de peregrino, zurrón y hábito franciscano.
Esta imagen con acabado color madera transmite austeridad, entrega y una profunda vocación de servicio a los más necesitados.
Materiales y diseño.
Figura realizada en resina de poliéster y pintada en tonos imitación madera envejecida.
El Hermano Pedro aparece de pie, con hábito marrón capuchino, bastón en mano derecha y zurrón colgando del hombro izquierdo.
Su rostro presenta una expresión serena y decidida.
La figura se apoya sobre base rectangular lisa y viene presentada en estuche con diseño devocional.
Medidas.
Altura:
18 cm.
Base:
7 x 5 cm.
Acabado.
Acabado efecto madera envejecida, con vetas simuladas y barniz satinado.
La escultura está bien definida, con pliegues marcados en el hábito y detalles sencillos pero expresivos en el rostro y los accesorios.
El estilo sobrio y elegante refuerza la espiritualidad del modelo.
Uso devocional.
Ideal para altares domésticos, parroquias, centros de caridad, hospitales y espacios de oración donde se busque inspiración en la vida sencilla y misionera.
También es un excelente regalo para quienes trabajan en el ámbito social o sanitario.
Resumen.
Una figura austera y espiritual que recuerda el legado del Hermano Pedro:
entrega sin medida, amor por los pobres y confianza en la providencia.
Un modelo de vida humilde al servicio del prójimo..

Este cáliz destaca por su diseño sobrio enriquecido con una cruz ornamental sobre la base, símbolo central de la fe cristiana.
Su estructura clásica y su capacidad generosa lo convierten en una pieza versátil para la celebración litúrgica.
Materiales y diseño.
Fabricado en metal con acabado dorado brillante.
La copa es lisa y profunda, de forma cónica invertida, sin decoración adicional.
El fuste es corto y estriado, y desemboca en una base ancha y pulida sobre la que se aplica una cruz ornamental de estilo barroco, decorada con pequeñas piedras de color rojo rubí.
Medidas.
Altura:
18 cm.
Diámetro de la copa:
10 cm.
Capacidad:
350 ml.
Uso litúrgico.
Ideal para misas dominicales, celebraciones solemnes o parroquias que buscan un cáliz con elementos simbólicos visibles.
Su base estable y amplia lo hace especialmente adecuado para el uso frecuente.
Una presencia simbólica que enriquece la liturgia.
La cruz en relieve con detalles en rojo añade profundidad espiritual y valor estético, reforzando la centralidad del sacrificio eucarístico en cada celebración..