San Francisco Javier, gran misionero jesuita y patrono de las misiones, es representado con los brazos abiertos, en una actitud de entrega total y confianza en Dios.
Esta imagen, pequeña pero expresiva, transmite su ardor evangelizador, su alegría en el anuncio del Evangelio y su vida entregada al servicio de los más alejados.
Materiales y diseño.
Figura elaborada en resina de poliéster, pintada a mano.
San Francisco Javier viste hábito franciscano (símbolo de su espiritualidad misionera), con bordes dorados y cordón blanco.
Se encuentra en una nube, evocando su elevación espiritual.
El rostro mira hacia arriba con expresión de júbilo.
Lleva nimbo dorado decorado y un crucifijo colgando del cordón.
Medidas.
Altura:
12 cm.
Base:
aproximadamente 9 x 3 cm.
Acabado.
Acabado satinado con detalles dorados en los bordes del hábito y el nimbo.
La expresión del rostro está bien lograda y transmite fervor espiritual.
La pintura es precisa, con equilibrio entre lo decorativo y lo devocional.
Uso devocional.
Ideal para escritorios, vitrinas, pequeños altares, o como obsequio a misioneros, seminaristas, catequistas o personas comprometidas con la evangelización.
Muy apropiada también para colegios, parroquias o comunidades con carisma misionero.
Resumen.
Una figura pequeña, pero intensa en significado, que transmite el ardor apostólico y la entrega incondicional de San Francisco Javier.
Perfecta para quienes desean un recordatorio visible del compromiso con la misión y la confianza en la acción del Espíritu..