Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores (dominicos), es representado en esta figura con sus atributos más tradicionales:
la cruz de doble travesaño, el lirio de la pureza, el libro de la Palabra y el perro con la antorcha, símbolo de su ardor misionero.
Una imagen profundamente devocional y simbólica que recuerda el compromiso con la predicación, la pureza de vida y la defensa de la fe.
Materiales y diseño.
Figura realizada en resina de poliéster, pintada a mano.
Santo Domingo aparece de pie, con hábito blanco y capa negra de la Orden dominica, sosteniendo una cruz patriarcal dorada con la mano izquierda y un lirio blanco en la derecha.
A sus pies se encuentra un perro con antorcha en el hocico y un globo dorado, símbolos de la visión que su madre tuvo antes de su nacimiento.
Lleva aureola circular metálica y expresión serena y reflexiva.
Medidas.
Altura:
24 cm.
Base:
aproximadamente 8 x 7 cm.
Acabado.
Pintura satinada, con buen contraste entre el blanco del hábito y el negro de la capa.
Detalles dorados en la orla, cruz, libro y base aportan solemnidad.
El modelado del rostro, el lirio, el perro y el globo está cuidado y bien definido.
Uso devocional.
Ideal para comunidades dominicas, capillas, bibliotecas religiosas, oratorios personales o como obsequio para predicadores, catequistas y personas comprometidas con la enseñanza de la fe.
También es una figura muy apreciada por su simbolismo vocacional.
Resumen.
Una imagen rica en símbolos, profundamente ligada al carisma dominico.
Santo Domingo de Guzmán nos invita a vivir la fe con claridad, pureza y pasión por la Verdad..