San Felipe fue uno de los doce apóstoles de Jesús, conocido por su sencillez, su cercanía con el Maestro y su papel en la expansión del Evangelio. Esta imagen lo representa con sus atributos más reconocibles: la cruz, símbolo de su martirio, y el libro, como signo de su misión evangelizadora. Es una figura que transmite dignidad, firmeza en la fe y espíritu misionero. Materiales y diseño. Figura realizada en resina de poliéster, pintada a mano. San Felipe aparece de pie, con túnica marrón rojiza y manto verde oliva con forro dorado. En su mano izquierda sostiene una cruz de madera, símbolo del martirio que padeció, y en la derecha un libro cerrado. La base es circular y está decorada con cenefa dorada en relieve. Medidas. Altura: 20 cm. Base: circular, aprox. 7 cm de diámetro. Acabado. Pintura satinada con buenos contrastes cromáticos. La expresión del rostro es sobria y serena. Los detalles del libro, la cruz y los pliegues del manto están modelados con naturalidad. El conjunto mantiene una línea sobria y devocional. Uso devocional. Ideal para colecciones de apóstoles, altares domésticos, oratorios personales o espacios de formación catequética. También es un excelente recurso visual para comunidades religiosas, colegios o capillas con advocación a los santos apóstoles. Resumen. Una figura sobria, bien equilibrada y profundamente apostólica. San Felipe nos recuerda que el seguimiento de Cristo implica fe, fidelidad y la entrega total al anuncio del Evangelio..