Corona de espinas de Cristo en metal cincelado - Medidas a elegir

Diámetro interior: a elegir con el selector.
Ancho del aro: proporcional al tamaño seleccionado.
Fondo máximo de espinas: 2 cm aprox.
Tipo: corona independiente para imagen.
Material: metal cincelado.
Acabado: dorado brillante (otros acabados bajo pedido).

La corona de espinas es uno de los símbolos más profundos y sobrecogedores de la Pasión de Cristo. Representa el sufrimiento redentor de Jesús, su entrega por amor a la humanidad y la humillación que padeció antes de su crucifixión. Es el signo visible del dolor convertido en victoria, del sacrificio que se transforma en salvación.

Según los Evangelios, los soldados romanos, burlándose de Cristo como “Rey de los Judíos”, trenzaron una corona de espinas y se la colocaron sobre la cabeza (cf. Mt 27,29). Desde entonces, esta imagen se ha convertido en un emblema de la Pasión y en una llamada al creyente a contemplar la humildad, la obediencia y el amor infinito de Cristo crucificado.

En El Ángel Arte Sacro ofrecemos coronas de espinas elaboradas artesanalmente, destinadas tanto a imágenes religiosas como a uso devocional personal o procesional. Se realizan con materiales naturales o metálicos, según la finalidad:

Las coronas naturales se confeccionan con ramas secas o flexibles, cuidadosamente seleccionadas, trenzadas a mano para conservar su autenticidad y textura.

Las coronas de metal —en latón, bronce o hierro envejecido— reproducen fielmente la forma original, con espinas torneadas y disposición realista, adecuadas para imágenes de Cristo o para altares conmemorativos.

Cada modelo se fabrica en distintos diámetros y proporciones, adaptándose a la cabeza de las imágenes (Cristo Crucificado, Ecce Homo, Nazareno) o para exposición en retablos y capillas. Los acabados pueden ser naturales, envejecidos, dorados o plateados, según el estilo del conjunto o la policromía de la talla.

Las coronas naturales evocan el realismo y el dramatismo de la Pasión, muy apreciadas en Semana Santa y en altares de culto durante la Cuaresma. Las coronas metálicas, en cambio, ofrecen durabilidad y belleza permanente, convirtiéndose en auténticas obras de orfebrería religiosa. Algunos modelos incluyen adornos discretos o filamentos dorados, que simbolizan la realeza espiritual de Cristo.

El significado espiritual de la corona de espinas trasciende el dolor físico: expresa la aceptación del sufrimiento por amor y la victoria de la humildad sobre la soberbia. Es el recordatorio de que Cristo asumió voluntariamente la cruz y el padecimiento para redimir al mundo.

En El Ángel Arte Sacro seleccionamos coronas de espinas realizadas con precisión, respeto y fidelidad iconográfica, garantizando autenticidad en su forma y acabado. Cada pieza se elabora con criterios de realismo, equilibrio y simbolismo, adaptándose tanto a imágenes procesionales como a capillas o colecciones devocionales.

Más que un adorno, la corona de espinas es un símbolo de redención y amor supremo, un objeto sagrado que invita al silencio, la contemplación y la oración. En El Ángel Arte Sacro, cuidamos cada detalle para ofrecer piezas que honren el sacrificio de Cristo y mantengan viva la memoria de su Pasión en el corazón de los fieles.

Orfebres Religiosos Españoles.

Maestría, tradición y devoción en el arte litúrgico nacional.

Bajo la denominación “Orfebres Religiosos Españoles” se agrupan los talleres y maestros dedicados a la orfebrería sacra en España, una de las disciplinas artísticas más antiguas y prestigiosas del patrimonio religioso del país. Desde la Edad Media, la península ibérica ha sido cuna de orfebres que, generación tras generación, han sabido transformar el metal en arte al servicio del culto.

Los talleres actuales mantienen vivas las técnicas tradicionales —fundición, cincelado, repujado, torneado, grabado y dorado al fuego o al baño— aplicadas con la misma precisión que antaño. Su producción abarca todos los elementos propios de la liturgia: cálices, copones, custodias, patenas, crismeras, candelabros, navetas, incensarios, vinajeras, sagrarios, atriles y crucifijos, entre otros.

Los orfebres españoles destacan por su dominio de los metales nobles —latón, bronce y plata de ley— y por el equilibrio entre robustez técnica y belleza artística. Cada pieza combina simetría, proporción y elegancia, fiel a la estética heredada del Barroco y el Neoclasicismo, pero adaptada a las exigencias litúrgicas contemporáneas.

Muchos de estos talleres —ubicados en Toledo, Córdoba, Sevilla, Madrid y Valencia— trabajan todavía de manera artesanal, garantizando la autenticidad de cada obra. Los acabados pueden incluir baños de oro fino, plateado brillante, niquelado o envejecido artístico, siempre realizados con atención al detalle y respeto por el símbolo sagrado.

En El Ángel, los Orfebres Religiosos Españoles representan la excelencia artesanal y espiritual del arte sacro nacional, ofreciendo obras de gran calidad, durabilidad y belleza, destinadas a templos, comunidades religiosas y coleccionistas que buscan piezas hechas en España, con alma, historia y devoción.